Si hay una película a la que le teníamos muchas ganas en la familia, ésa era Frozen 2. A mis hijos les encanta la primera parte, y a mi mujer y a mí también nos gusta mucho, por eso teníamos muchas ganas de ir al cine a verla. Porque además, iba a ser la primera película que Julen iba a ver en el cine.
Y así fue. El peque alucinó con esa pantalla tan grande y esas butacas enormes, y se portó bastante bien durante todo el metraje. Con ayuda de los gusanitos, pero se divirtió mucho. Julia también alucinó con la peli, disfrutó mucho de las canciones, del humor, de los personajes.
Una historia interesante, bien escrita, con importancia para las dos protagonistas por igual, una sin la otra no podría llegar a la meta. Nuevos personajes llamativos y nuevos enemigos impresionantes.
En resumen, una muy buena segunda parte, cosa extraña en Disney, que hará las delicias de los fans, tanto de los que lo fueron con la primera y ahora serán niños y niñas más grandes, como de los recién llegados. Y por supuesto de los padres (mención especial a la canción de Christoff, canela en rama).
