Nueva película de Álex de la Iglesia, uno de nuestos directores más internacionales. Una película española, se supone, pero coproducida por la NBC y con un actor estadounidense.
La película se desarrolla en Oxford, como bien indida el título, y ronda a un estudiante extranjero que va a esa universidad a realizar su tesis, ayudado de un profesor muy conocido en su sector. Un día llega el estudiante a la casa donde vivía de alquiler y se encuentra a la dueña muerta. A partir de aquí se desarrolla toda la acción y los crímenes que dan nombre a la película.
No quiero contar nada por si alguien no la ha visto y quiere hacerlo, pero sí me gustaría transmitir la impresión que me ha causado esta historia.
Cuando terminó me quedé sentado en mi asiento unos minutos, pensando si me había gustado o no. Durante el transcurso de los acontecimentos me estaba gustando bastante, me causaba intriga y quería saber quién era el autor de los hechos tanto como descubrir toda la trama oculta que había. Cuando por fin se descubre todo me quedé sorprendido, pero no porque fuera una gran ocurrencia ni un gran desenlace, sino porque me dejó prácticamente igual. No está mal pensado, pero no era lo que esperaba.
Lo que dijimos tanto Carol como yo fue que estaba bien planeado, demasiado planeado. En efecto, coincidimos con esas palabras porque no parecía transcurrir todo de forma natural, era como que el director quería sorprender con el final, por eso le dio la vuelta a la historia o se montó un rollo en su cabeza que al final no acaba de convencer.
En sí el film es bueno, es una película que hay que ir a ver, aunque en algunas conversaciones nos perdamos por lo deprisa que hablan y la gran cantidad de información y datos que aportan.
Mi recomendación es que vayáis a verla y no os guiéis por comentarios ajenos. Debéis sacar vuestra propia conclusión y, por qué no, compartirla aquí con los demás.
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