El poder de los periodistas

Es increíble el enorme poder que poseen estas personas en nuestra sociedad actual. Creo que ya lo comenté en algún artículo anterior, pero es que cada vez que veo un caso me enervo y no lo puedo remediar.

Por poner un ejemplo voy a hablar del Elche C.F. El equipo este año se supone que ha hecho una plantilla mejor que la de la temporada anterior, con jugadores trabajadores y algunos de calidad, pero ha tenido la mala fortuna de empezar mal el campeonato, por los motivos que sean, y ha perdido los cuatro primeros encuentros. Pues bien, ya están los periodistas preguntándose si la directiva confía en el entrenador, ya les están preguntando si empiezan a pensar en una alternativa, en fin, lo de siempre.

Que los periodistas hagan esos comentarios y esas preguntas cerca de navidad o incluso un poco más avanzado el campeonato, al ver que el equipo no tira, pues vale; pero que lo hagan en la cuarta jornada me parece muy fuerte, muy manipulador y de muy poca moral. Porque el equipo puede haber tenido un traspiés gordo, sí, pero sólo llevamos 4 partidos y aún quedan más de 30, con lo que el equipo puede salir de esa zona, incluso terminar bien, aunque ya sabemos que esto es más difícil.

Lo que deberían hacer los periodistas, y toda la afición del Elche en general, es apoyar al equipo y sobretodo al entrenador, porque ellos hacen su trabajo, lo intentan, pelean, y nosotros no hacemos más que criticarlos y echar por tierra tu labor.

No me parece nada bien, si la selección española de baloncesto ganó el mundial, si la de fútbol ganó la eurocopa fue, en parte, porque TODOS estábamos con ellos, apoyándoles, como dice la canción "del primero al último jugador, y empezando por el entrenador", pues del primer al último aficionado, y empezando por la prensa, todo el mundo apoyaba a nuestras selecciones y conseguimos el triunfo, porque éramos una piña. Pero en cuanto se ponen a criticarlos, todo va para abajo.

Apoyemos a nuestro equipo, a David Vidal que ha demostrado que lo puede hacer muy bien, y dejémonos de críticas fáciles y demagogia. Luchemos por lo nuestro.