El curioso caso de Benjamin Button - Opinión

FICHA TÉCNICA
Dirección: David Fincher.
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 166 min.
Género: Drama romántico.
Interpretación: Brad Pitt (Benjamin Button), Cate Blanchett (Daisy), Taraji P. Henson (Queenie), Julia Ormond (Caroline), Jason Flemyng (Thomas Button), Elias Koteas (Sr. Gateau), Tilda Swinton (Elizabeth Abbott), Jared Harris (capitán Mike), Elle Fanning (Daisy con 6 años), Mahershalhashbaz Ali (Tizzy), Joeanna Sayler (Caroline Button).
Guión: Eric Roth; basado en un argumento de Eric Roth y Robin Swicord; sobre un relato de F. Scott Fitzgerald.
Producción: Kathleen Kennedy, Frank Marshall y Ceán Chaffin.
Música: Alexandre Desplat.
Fotografía: Claudio Miranda.
Montaje: Angus Wall y Kirk Baxter.
Diseño de producción: Donald Graham Burt.
Vestuario: Jacqueline West.
Estreno en USA: 25 Diciembre 2008.
Estreno en España: 6 Febrero 2009.

SINOPSIS
Benjamin es un niño con una curiosa característica, nació siendo viejo, con todos los achaques correspondientes a un anciano de unos 80 años, y mientras todo el mundo envejecía él se hacía cada vez más joven.
Una vez que puede valerse por sí mismo, Benjamin abandona su hogar para trabajar en un barco remolcador y así viajar por el mundo y descubrir cosas, incluido el amor.

OPINIÓN
Nos encontramos ante una puesta en escena de las más impresionante de los últimos años, y no por la espectacularidad de los efectos especiales, ni de los mayoristas paisajes, sino del enorme trabajo en el maquillaje y caracterización de los personajes, ya que a prácticamente todos lo que salen en la historia podemos verlos en su etapa joven y anciana.

Siguiendo la estela de Forrest Gump, El curioso caso de Benjamin Button nos cuenta la historia de este hombre, que nace siendo viejo y va rejuveneciéndose con la edad, justo al contrario que el resto de la gente, con todo lo que ello conlleva. Cuando es sólo un niño la gente piensa que es un anciano, por lo que no llega a tener una infancia feliz, no se pasa el día jugando y corriendo (más que nada porque sus piernas no le permiten correr), y los otros niños, obviamente, no lo ven como uno de ellos, excepto Daisy (Cate Blanchett), con la que compartirá un vínculo especial. Benjamin no va al colegio, lo poco que aprende se lo enseña su madre adoptiva, hasta que decide partir y ver mundo, entonces es cuando aprende en la escuela de la vida.

Más tarde, cuando todos sus conocidos se han hecho cada vez más mayores, él se ha hecho más joven, más joven incluso que ellos, lo que nos lleva a hacernos pregunta metafísicas sobre qué haríamos nosotros.

Toda la historia está contada en pequeños capítulos, que está escuchando una anciana Daisy en el hospital a punto de morir, de boca de su hija, que lo está leyendo todo desde el diario de Benjamin.

Tras una primera parte bastante entretenida y bien hilada, observamos que, una vez ha llegado a plena juventud (lo que estaban esperando todas las mujeres de la sala de cine) encuentra su primer amor y empieza una relación empalagosa, lenta y un tanto aburrida. El ritmo de la película se vuelve demasiado lento y se hace un poco pesada, llegando a un final acelerado que daba la impresión de que lo habían resumido porque no les quedaba más tiempo.

Si obviamos este trance largo y pesado, la película, la historia y la forma de contarlas es de alta calidad, original y merecedora de más premios de la academa de los que ha recibido.